El papel del Yoga en la evolución humana
“¿Qué es lo nuevo por realizar? Amor, pues hasta ahora sólo hemos logrado odio y auto-satisfacción; Conocimiento, pues hasta ahora sólo hemos logrado el error, la percepción y el concepto; Felicidad, pues hasta ahora sólo hemos logrado el placer, y el dolor y la indiferencia; Poder, pues hasta ahora sólo hemos logrado la debilidad y el esfuerzo, y una derrotada victoria; Vida, pues hasta ahora sólo hemos logrado el nacer, el crecer y el morir; Unidad, pues hasta ahora sólo hemos logrado guerra y asociación”
Sri Aurobindo
Estas palabras de Sri Aurobindo nos ofrecen luz sobre las posibilidades que todavía nos quedan por desarrollar como humanidad, posibilidades que el Yoga nos invita a cultivar para desarrollar nuestro potencial latente participando así del proceso evolutivo de la humanidad, alentándonos a co-participar de la aventura de la consciencia.
Una visión integral del Yoga
Una visión integral del Yoga nos lleva hacia un método o métodos, que utilizando diversos medios, nos facilite expandir la consciencia. Esa misteriosa palabra que podemos definir como la percepción sobre lo que somos y la manifestación progresiva de ese ser.
Para algunos practicantes, sobre todo para los que se inician en las clases de Yoga, lo dicho anteriormente les podría resultar un poco confuso, sobre todo si la forma de contacto con el método ha estado motivada por alcanzar un alivio a nivel físico o emocional, que es la forma más habitual en la que los que practicamos somos atraídos hacia esta disciplina. Pero aun acotando las posibilidades del Yoga al campo físico o a la relajación, tenemos ante nosotros la misma cuestión de expansión de la consciencia, puesto que los resultados que obtengamos están relacionados con una percepción ampliada de nosotros mismos, de otra forma el método no funcionaría. Y aunque limitado a un malestar transitorio, lo que se busca con la práctica no deja de ser la liberación del sufrimiento, así que la descripción de la expansión de la consciencia está presente en cualquier nivel de práctica, solo que con las aspiraciones del practicante se va ampliando, y el método se va revelando como un camino de transformación a través del que no es que seamos otra cosa diferente, es que expresamos en la vida el potencial latente de ser.
Estamos ante una punta de lanza, y nuestra idea limitada del Yoga también nos limita a reconocer hasta donde podemos llegar, más allá de arreglarnos la espalda o aliviarnos del estrés, que no es poco, pero es limitado cuando podríamos estar considerando una renovada forma de vida basada en cada vez un mayor auto-conocimiento, compasión y creatividad. Todos ellos superpoderes accesibles a cualquier persona que con compromiso, paciencia y buena práctica quiera desarrollarlos.
Como expresa Sri Aurobindo esos poderes residen en el amor, el conocimiento, la felicidad, el poder, la vida y la unidad.
Sri Aurobindo y su visión evolutiva
Para introducir los basamentos de la visión evolutiva de Sri Aurobindo, y para quién no haya oído hablar todavía de este yogui comentar nació entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, vivió de los siete a los veintiún años en Inglaterra y por esta razón recibió la influencia cultural tanto de Occidente como de Oriente. La época en la que desarrolló su pensamiento fue un periodo particularmente convulso para la humanidad, unos tiempos en los que se fraguaron y produjeron grandes cambios en la sociedad, el arte, la ciencia, la tecnología, la filosofía, la psicología… además de que el Yoga dejó de ser un patrimonio exclusivo de la India para expandirse por todo el mundo.
Sri Aurobindo, a pesar de su brillante pensamiento, es todavía poco conocido en Europa y Estados Unidos, probablemente porque su obra no trata en exceso sobre asana o Hatha Yoga en general, que han sido los métodos que más protagonismo han tenido en la expansión del Yoga en Occidente.
Comentamos anteriormente que la práctica de Yoga amplía la expresión de uno mismo, esto es que por una parte nos libera de la ignorancia pero no solo eso sino que nos facilita evolucionar como humanos, observar esto nos invita a preguntarnos si ¿participa el Yoga de la evolución humana?, y en ese caso, ¿cómo participa?, pues aquí tenemos que contener cualquier arrebato de exhaltada imaginación futurista, para basar toda conclusión en una cosmovisión que sea coherente con la razón y con la intuición.
Evocar la ley de evolución es actualmente para una gran mayoría evocar al propio Darwin como pionero de una nueva visión evolucionista en lo biológico. La visión de Sri Aurobindo recoge lo biológico pero no está fundamentada en ello, pues estamos hablando de una evolución espiritual, entendido lo espiritual como la cualidad originaria y sustentadora de todo lo creado.
Aquí la evolución sería una cualidad inherente a la existencia, un despliegue constante de una fuerza creativa en proceso de auto-manifestación. Algo que concilia cualquier oposición entre lo espiritual y lo material, que los concilia en una visión integral o completa sin fisuras como aspectos de la existencia, en continuo movimiento de expresión de un poder infinito desplegado en formas diversas.
La co-participación en el proceso evolutivo
Una vez tenemos ubicada la posibilidad de una evolución espiritual como significado profundo de cualquier forma de vida, Sri Aurobindo nos presenta el Yoga como el medio de coparticipar conscientemente de dicho proceso, y esa participación consciente contribuye a la aceleración del mismo con la posibilidad más cercana o lejana de alcanzar una vida divina en la Tierra, cuestión que Sri Aurobindo desarrolla en su libro : “La Vida Divina”.
Esto pone en manos de los practicantes de Yoga un poderoso medio para mejorarse y transformarse según los elementos esenciales de nuestra naturaleza : conocimiento, existencia y gozo, manifestando cada vez más en nuestras vidas cotidianas lo que vemos como ideal. También nos anima a ver este camino como un sumar a la evolución humana, más allá de nuestra salvación personal de las penurias del mundo.
Necesitamos un esfuerzo consciente para elevar nuestra naturaleza manifestada de los estados de ignorancia, pero no hay transformación sin la participación de lo cósmico, sin la influencia sobre una consciencia humana que siendo realistas por muy lejos que pueda llegar en algunas personas, está lejos de desvelar el corazón del misterio de la existencia.