ESTABLECE BUENOS HÁBITOS
En esta sección pretendemos hablaros de las cualidades que consideramos importantes en el camino del Yoga Integral. Aunque en momentos difíciles puedan dominarnos la incredulidad y el derrotismo, lo cierto es que todas las personas portamos grandes cualidades en nuestro interior, sólo que muchas de ellas están todavía en un estado latente, como si de pequeñas semillas se tratara. En función de la vida que llevemos, de las decisiones que tomemos a diario y de nuestra sadhana personal, estas cualidades-semilla encontrarán las condiciones adecuadas para desplegarse o no.
Una de las condiciones que, a nuestro juicio, no puede faltar es el orden. Llevar una vida más estable y ordenada evitará que la pereza, la búsqueda del placer o de la comodidad, guíen nuestras acciones.
Podremos, por tanto, escoger cómo queremos vivir de manera más consciente, libre y responsable. Esto hará que nuestros talentos puedan aflorar y desplegarse con más facilidad.
A continuación, os sugerimos un ejercicio que os ayudará a tener una vida más ordenada.
Estableced hábitos concretos y escribidlos
Lo primer es escoger qué hábitos queremos asentar y escribirlos en una libreta. Aquí deberemos hacer un esfuerzo de concreción y de humildad. La concreción es indispensable, porque no es igual de efectivo escribir hábitos abstractos como “levantarme antes”, que escribir algo del tipo “levantarme de lunes a viernes a las 6:30 para practicar”, ¿lo veis? Por tanto, escribid hábitos lo más específicos posible, y asignarles determinados horarios. La humildad, por su parte, será interesante a la hora de no apabullarnos con demasiados cambios o buenos propósitos.
Con uno, dos o tres hábitos a los que prestar atención será suficiente.
Algunos hábitos positivos que pueden valer la pena son: hacer nuestra sadhana nada más despertarnos, cocinar alimentos nutritivos, dar un largo paseo por el parque, empezar un diario y acostarnos un poco antes. Ya sabéis lo que dicen, para que un hábito pueda enraizar son necesarios al menos 21 días.
Revisad cómo os sentís al cumplirlos
Para que la cosa no quede en agua de borrajas, aconsejamos que reviséis todos los días si estáis cumpliendo con los hábitos que os habíais planteado. Por eso la idea de llevar un diario puede ser muy recomendable al principio. Escribid cómo os sentís cada vez que realizáis ese hábito que os habéis propuesto y reflexionad sobre cómo vuestra vida se va, en gran medida, ordenando.
No os culpabilicéis si algo sale mal
Si algún día, por lo que sea, os saltáis los hábitos pautados, no perdáis el tiempo castigándoos, no sirve de nada. Mejor aceptar los hechos, analizar el valor que le damos a ese hábito y, si sigue pareciéndonos importante, retomarlo de nuevo como si nada.
No al conformismo
Una vez seáis capaces de cumplir vuestros hábitos durante un plazo de 21 días, mirad si hay otros hábitos que podríais implantar. Será mucho más fácil ahora que ya habéis entrado en la dinámica y habéis visto cómo cambia la calidad de vuestro día a día y cómo se ordena. ¡Ánimo con ello!