EL RANGO DE MOVIMIENTO COMO INDICADOR DE ASANA
El rango de movimiento de una articulación hace referencia a la amplitud del desplazamiento que puede realizar una articulación respecto al movimiento que está destinada a realizar. Esta característica es uno de los componentes que podemos englobar dentro de la flexibilidad y va a depender de factores anatómicos, biomecánicos y fisiológicos entre otros.
A la hora de comprender esta cualidad debemos de distinguir dos subtipos, el rango activo y el pasivo:
• El rango de movimiento pasivo hace referencia a la movilidad conseguida con la ayuda de una aplicación de fuerza externa. Por ejemplo cuando traccionamos con las manos en Paschimottanasana para el estiramiento de los isquiotibiales.
• El rango activo hace referencia a la movilidad que conseguimos cuando solo participan los músculos que están relacionados con ella. Siguiendo el ejemplo anterior y simplificando, sería la capacidad que tenemos de bajar el tronco hacia las piernas, sin la ayuda de la tracción de los brazos.
En las prácticas que solo se contempla el trabajo de la flexibilidad como objetivo físico, vamos a encontrar un gran rango de movimiento articular pasivo pero el rango activo puede estar muy por debajo de lo esperado generando una descompensación.
Esto suele ser debido a que, la fuerza de la musculatura antagónica no está lo suficiente compacta y puede generar desequilibrios a medio y largo plazo que desembocan en lesiones.
Por ello en nuestra planificación de tablas de asana debemos de tener en cuenta la calidad del rango de movimiento de nuestras alumnas tanto activo como pasivo, buscando que ambos rangos vayan evolucionando en la práctica de manera ordenada y progresiva.
LA OBSERVACIÓN DEL DOCENTE, HERRAMIENTA CLAVE PARA DETECTAR RANGOS
En ocasiones como profesoras de yoga estamos acostumbradas a poner atención en el asana a nuestros alumnos para su corrección, pero si queremos pulir estos detalles debemos ir un poco más allá en nuestra observación y prestar atención también a los movimientos que realizamos durante la clase. La observación en las prácticas con movimiento, como Suryanamaskar, activaciones o construcción y disolución de asana nos puede aportar una información muy valiosa sobre estas limitaciones que dentro de asana pueden pasar desapercibidas. En el desarrollo del yoga terapéutico individualizado aprovecharemos la práctica para detectar estos patrones articulares y poder ajustar de manera más personalizada la práctica terapéutica.
En nuestras clases ordinarias, también podemos implementar estos rangos para obtener información del grupo y ajustar la evolución de nuestro grupo-clase.
Kavi, Formador de Profesores de Yoga