EL TRABAJO DE FUERZA EN ASANA
El trabajo de fuerza es un factor clave en la calidad de vida actual Occidental, debido a que nuestro estilo de vida ha dejado de usar en gran medida esta facultad para la que nuestro cuerpo está biológicamente preparado.
Muchas de las patologías físicas y dolores crónicos de la sociedad actual occidental vienen por una falta de fuerza y compactación de la musculatura como un factor importante.
El auge del yoga físico ha creado un sinfín de asanas, sin embargo dentro de las cualidades que cultiva asana, la flexibilidad siempre ha sido la protagonista en las prácticas y en las portadas del yoga actual llevando esta facultad a niveles en ocasiones aptos para muy pocas personas, dejando la fuerza y otras cualidades y actitudes en un segundo plano.
Centrándonos en la parte solo física, entendemos asana como una herramienta para lograr una salud perdurable de nuestro cuerpo físico.
Un cuerpo con mucha flexibilidad pero sin otras cualidades como la fuerza, resistencia etc., no es un cuerpo funcional, incluso puede ser un agravante de salud por falta de congruencia articular.
Haciendo un símil con otros campos del yoga, la búsqueda del equilibrio, de la ecuanimidad en muchos ámbitos de la vida tiene que llegar también al plano físico. El desarrollo de un cuerpo con una buena flexibilidad, fuerza y otras cualidades va a permitir tener un cuerpo más saludable, más móvil y por ende más funcional para nuestro día a día. En nuestra vida actual, es muy útil tener una buena flexibilidad que nos permita por ejemplo evitar tensiones a nivel lumbar por un acortamiento isquiotibial, pero también es útil y funcional tener la fuerza suficiente para levantar pesos, subir escaleras o acelerar nuestra marcha.
Los asanas de fuerza nos van a permitir cultivar esta cualidad, aportando beneficios que van más allá de la fuerza física corporal, fortaleciendo nuestra actitud y voluntad.
Además, va a permitir al cuerpo acceder con seguridad a otros niveles de trabajo de otras cualidades pues existe una sinergia entre estas cualidades, necesitando un nivel de fuerza adecuado para mejorar en flexibilidad y viceversa.
Por ello nuestra práctica personal de asana y las propuestas para nuestros alumnos deben de tener en cuenta esto y contar con asanas que trabajen la fuerza, de diferentes partes del cuerpo, en diferentes planos e intensidades para que nuestro avance físico en asana sea ordenado, consciente e integral.
Kavi, Formador de Profesores de Yoga