YOGA PARA LA DEPRESIÓN SEVERA
Autores del estudio: Sudha Prathikanti, Renee Rivera, Ashly Cochran, Jose Gabriel Tungol, Nima Fayazmanesh, y Eva Weinmann. Del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California San Francisco.
Introducción: La Organización Mundial de la Salud establece que la depresión es la segunda enfermedad más discapacitante en los Estados Unidos. Cada año se registran más de 49.000 suicidios en Norte América, de los cuales el 20-35 % están causados por depresión severa. Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de depresión severa? Se trata de una enfermedad que cursa con los siguientes síntomas durante al menos 2 semanas:
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Estado de ánimo depresivo
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Pérdida de interés en realizar actividades que antes nos resultaban placenteras.
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Sentimientos de culpabilidad o poca valía personal
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Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
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Agitación o falta de movimiento a nivel psicomotriz
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Falta de apetito
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Falta de sueño
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Falta de energía
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Falta de concentración.
Antecedentes: Los tratamientos convencionales de farmacología y psicoterapia para abordar la depresión severa han demostrado generar escasa adherencia en los pacientes y pobres resultados, en parte debido a los altos costes que implican y a los efectos secundarios de muchos medicamentos. El Yoga puede ofrecer una alternativa, ya que es accesible a casi todos los bolsillos, tiene cada vez mayor aceptación social y es percibido como una disciplina que entiende a la persona como un todo: mente, cuerpo y espíritu.
Objetivos e hipótesis iniciales del estudio: La finalidad principal es investigar los potenciales beneficios del Hatha Yoga en el estado de ánimo de pacientes con depresión moderada y severa, no hospitalizados y pertenecientes al área metropolitana de Estados Unidos.
En lo que a hipótesis iniciales se refiere, y dado que la práctica del Yoga anima a cultivar la compasión, la ausencia de juicio, la aceptación de las propias limitaciones y la apreciación de la vida, creemos puede ayudar a elevar los índices de auto-eficacia y auto-estima, y por tanto a mejorar la depresión. Asimismo, los ejercicios a veces difíciles y retadores que propone el Yoga, pueden incrementar nuestra sensación de valía personal y favorecer los pensamientos positivos acerca de nosotros mismos. Todo ello quizás mejore la adherencia y ofrezca una vía de trabajo más adecuada para estos pacientes.
Material y métodos: Los investigadores reúnen a 36 personas adultas que padecen depresión moderada o grave según la puntuación del Beck Depression Inventory II (BDI). De la muestra seleccionada el 68% son mujeres con una edad promedio de 43 años. Para el estudio se excluyeron a sujetos que se estaban sometiendo a algún tipo de terapia, ya fuera farmacológica, psicoterapeútica, nutricional, cursos de mindfulness, etc.
Los 36 participantes fueron divididos en dos grupos:
Grupo de intervención: 18 participantes fueron elegidos al azar para recibir una sesión de 90 minutos de Hatha Yoga dos veces por semana durante 8 semanas. La Instructora escogida fue una profesora de Yoga certificada y Graduada en Enfermería, con 5 años de experiencia enseñando Yoga a adultos con problemas. Las sesiones de Yoga se basaron siempre en la misma secuencia de asanas y se impartieron en la Clínica de la Universidad. Todas las clases siguieron la siguiente estructura:
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Introducción (5 minutos)
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Pranayama (20 minutos)
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Ujjayi
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Bhastrika
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Nadhi Sodhana
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Brahmari
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Ásanas
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Ardha Katichakrásana (de pié)
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Ardha Chakrásana
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Pada Hastásana
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Bhujangásana
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Dhanurásana
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Sarvangásana
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Matsyánasa
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Setu Bandha Sarvangásana
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Balásana
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Ardha Matsyendrasana
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Ushtrásana
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Savásana
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Relajación semi-guiada (15 minutos)