RELAJACIÓN EN EL AULA
La práctica de técnicas de relajación en el aula es una de las más extendidas en los colegios y forman parte de los currículos en las escuelas desde hace unos años. Por lo general las técnicas de relajación que se han venido empleando son técnicas sencillas, procedentes del ámbito de la psicología clásica y en general con un desarrollo que resultara sencillo para el docente, que por lo general, tenía poco o nulo conocimiento sobre esto.
La renovación de las técnicas de relajación en los centros educativos pasa por una reconversión de esta herramienta, conocerla y sacarle todo el partido que puede aportar a niños y adolescentes y aquí el yoga tiene un protagonismo clave.
En primer lugar debemos de tener en cuenta que la relajación es un estado que podemos buscar en nuestros alumnos en un momento determinado, pero que no es un estado óptimo para el aprendizaje. En ocasiones queremos que se calmen, pero realmente lo que queremos es que estén más atentos y la relajación no va a ser la herramienta adecuada. Debemos de enseñar primero a diferenciar la relajación de la atención, así como los diferentes estados de relajación.
Por otro lado, tenemos que abrirnos a las posibilidades de las diferentes técnicas de relajación. En general una música calmada con unas pautas sencillas de relajación con un tono suave de voz suele ser la técnica clásica y muy útil en muchos casos. Sin embargo la relajación puede ser mucho más que eso. Podemos utilizar herramientas como cuencos, diapasones, imágenes, mantras en los cuales el alumno tienen una participación y favorece que entren en relajación más fácil captando su atención.
En otras ocasiones, podemos necesitar de herramientas como Stira-sukha en silla si necesitamos traerles al estado de relajación a través del cuerpo si vienen de estados muy alterados, como después de exámenes, recreos o clases de Educación física.
La práctica combinada de la atención y la relajación El sonido que desaparece como pausa de relajación sencilla.
Vemos un sencillo ejemplo de una herramienta. La podemos realizar durante 5 minutos para bajar la alteración por ejemplo después del patio. Utilizamos un cuenco tibetano o un diapasón. A modo de juego se les dice que cierren los ojos y levanten la mano cuando dejen de oir el sonido que el profesor realizará con el instrumento. Realizaremos esto tres veces consecutivas. Los alumnos estarán con toda la atención puesta en escuchar. Al finalizar se les dice que se queden un rato escuchando el silencio que hay dentro de ellos.
El estado del grupo cambiará rápidamente.
Kavi, Formador de Profesores de Yoga
N A M A S T E
Muy buen articulo, voy a utilizar el cuenco en cuando pueda volver a clase de yogatxikis.
me parece muy potente ayudarles a encontrar ese espacio de silencio interior, creo que la relajación les cuesta menos que la atención, y me parece que esa herramienta que aportas apunta en ambos sentidos,
Gracias!!
Muchas gracias Flor, sí, es importante ayudar a los peques en este sentido, a veces caemos en el error de pensar que no necesitan paz ni cosas por el estilo, pero lo cierto es que ellos también se estresan. Un abrazo y ánimo con el yoga infantil!