YOGA EN EL EMBARAZO. MÁS ALLÁ DEL ASANA
Cada día son más las mujeres que deciden practicar Yoga durante su embarazo. Algunas de ellas ya eran practicantes y deciden mantenerla durante la gestación con las adaptaciones necesarias. Otras mujeres tienen su primera toma de contacto con el Yoga en el tercer mes del embarazo. En base a su experiencia nos encontramos con que esta práctica les ayuda, entre otras cosas, a aliviar los dolores corporales, fortalecerse, ganar consciencia corporal, apaciguar los miedos, ansiedades y dudas, que pueden surgir en esta etapa. Como vemos esta es una disciplina que aporta multitud de beneficios físicos y psicoemocionales, pero ¿es esto todo lo que el Yoga puede aportar?
Si nos remontamos a los orígenes del Yoga encontramos un método para encontrar y vivenciar lo trascendente. Hoy en día los objetivos son mucho más amplios, sin embargo, creemos que no debemos desaprovechar la oportunidad de caminar por esta vía de crecimiento personal y evolución interna, especialmente en etapas tan significativas como son la gestación y la crianza.
El Yoga es un camino de consciencia, y en estos momentos de la humanidad, esta disciplina puede aportar herramientas que faciliten a las futuras mamás y papás un crecimiento interno, una escucha hacia lo interior, lo que por un lado les ayudará a nivel personal y, por otro lado, tendrá repercusión en la forma de relación con su futura hija/o.
Sabemos que el período de gestación y el parto tienen una influencia en la vida posterior del ser humano. Si nos queremos centrar más en lo científico la palabra es epigenética, esta rama de la ciencia estudia de qué forma los factores socio-ambientales potencian unos genes en detrimento de otros. Factores como la nutrición, el equilibrio hormonal o el estrés pueden ser determinantes en la expresión genética del ser humano en gestación. Establecer un entorno seguro para el bebé, donde la madre esté tranquila, confiada, conectada con su corazón, con ese amor que facilita que la vida se dé aquí en la tierra, sin duda ayudará a que los próximos seres humanos nazcan con una configuración basal, mucho más equilibrada.
En este sentido consideramos que la meditación es una herramienta esencial en el trabajo con mujeres embarazadas. Consideramos que es una herramienta esencial para todos los seres humanos que quieran hacer un trabajo personal, pero en esta etapa especialmente.
La meditación nos puede ayudar:
- A mejorar del manejo de la atención. Aprender a darnos cuenta y poder recoger la atención tantas veces dispersa y atomizada en diversidad de temas.
- A orientar la atención hacia dentro. Facilitando la conexión con la Paz, con el amor, con el gozo del momento que se está viviendo.
- A escuchar nuestro interior, nuestro corazón, nuestra parte sabia. A entrar en contacto con esa naturaleza interior que ya sabe y forma parte de algo más grande.
- A conectar con la paz, el amor, la aceptación del proceso.
A todos estos beneficios que son generales a todas/os los practicantes añadiremos algunos relacionados específicamente con la mujer embarazada.
En estos casos la meditación les puede facilitar:
- El bajar el nivel de cortisol y aumentar el nivel de progesterona tan importante para el embarazo.
- La conexión con la naturaleza interna, con el instinto natural de gestación y parto.
- El establecer vínculos con el bebé antes de su nacimiento.
Consideramos que el Yoga puede ser una herramienta de cambio social, a través de la cual las personas liberan sus cargas y se conectan con su parte más Luminosa, con su potencial latente. En este sentido es una disciplina que va más allá de las mejoras físicas y psicoemocionales, favoreciendo un crecimiento interior que tendrá repercusión en las futuras generaciones, aportando así a la evolución de la consciencia en la Tierra.