LA EFICACIA DEL YOGA COMO APOYO PARA DEJAR DE FUMAR (ESTUDIO EN MARCHA)
Autores del estudio: Beth C Bock, Rochelle K. Rosen, Joseph L. Fava, Ronnesia B. Gaskins, Ernestine Jennings, Herpreet Thind, James Carmody, Shira I Dunsiger, Naama Gidron, Bruce M. Becker, and Bess H. Marcus. Área de Psiquiatría y Comportamiento Humano de la Alpert Medical School, Universidad de Brown, y Centro de Medicina Preventiva del Miriam Hospital, USA.
Introducción: El consumo de tabaco es una de las principales causas de mortalidad que podrían prevenirse en los Estados Unidos. Las personas que quieren dejar de fumar encuentran a menudo numerosas barreras: síntomas derivados de la dependencia a la nicotina, aumento del estrés y del mal humor, ganancia de peso, etc. Se necesita, por tanto, algún tipo de intervención que les ayude a afrontar con éxito todas estas dificultades.
Antecedentes: Diversos estudios han demostrado ya que hacer ejercicio aeróbico como caminar o montar en bicicleta produce mejoras significativas en el estado de ánimo de los pacientes que quieren dejar de fumar. Hace que se olviden con más facilidad del deseo de nicotina y les mantiene en su peso corporal sin engordar. Pero no se había investigado todavía la eficacia del Yoga como tratamiento complementario.
Objetivos e hipótesis iniciales del estudio: El objetivo principal del presente estudio es comprobar la eficacia del Yoga Iyengar como terapia complementaria para dejar de fumar. Se considerará que el tratamiento es eficaz cuando la abstinencia se prolongue más allá de los 6 meses.
En lo que a hipótesis de trabajo se refiere, el Yoga está asociado a beneficios similares a los que puede tener el ejercicio aeróbico, pero además pretende fomentar un estado de tranquilidad interior combinando posturas físicas, técnicas de respiración y meditación. Este componente meditativo podría reducir el antojo de nicotina, el estrés y el mal humor, y probablemente podría ayudar a las personas a afrontar los síntomas negativos desde la calma y a tomar decisiones más conscientes y saludables. Se ha visto también que el Yoga mejora la composición corporal y evita la ganancia desmedida de peso. Por todo ello, la hipótesis de trabajo inicial es que puede constituir una terapia complementaria de mucha utilidad para aquellos que quieren dejar de fumar.
Material y métodos: Se ponen anuncios en los comercios cercanos y en la radio local, invitando a las personas que quieran dejar de fumar a un estudio científico. Se excluye a todos los sujetos que tienen sobrepeso, fuman menos de 5 cigarrillos al día, están recibiendo otros tratamientos para dejar de fumar o han asistido en el último año a clases de Yoga, Tai Chi o Qi Gong.
Finalmente queda una muestra de 300 adultos, todos pasan el test del Monóxido de Carbono, que indica que han fumado recientemente. Esta muestra de individuos recibirá durante las 8 semanas del programa una sesión semanal de Coaching para dejar de fumar basada en la Terapia Cognitivo Conductual. La duración de esta sesión será de 1 hora.
Los 300 adultos de la muestra serán aleatoriamente repartidos en dos grupos:
Grupo de intervención: 150 adultos a los que se propone un programa de Yoga Iyengar llamado “BreathEasy”, en castellano “Respira fácil”. Este programa consiste en dos clases semanales de Yoga Iyengar durante 8 semanas. Se entrega un manual con dibujos de los diferentes asanas para facilitar el seguimiento del programa en casa. Los instructores escogidos son varios profesores de Iyengar con más de 15 años de experiencia. La estructura de cada sesión es la siguiente:
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5 minutos: Ejercicios de respiración y/o meditación sentada
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45 minutos: asanas de nivel inicial
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10 minutos: meditación
Se ponen además ejercicios para casa, con preguntas para integrar lo que se está viendo en las clases presenciales. Pasadas las primeras 8 semanas, los participantes de este grupo tendrán la oportunidad de continuar la práctica otras 12 semanas para asentar algunas herramientas del Yoga en sus vidas.
Grupo de control: 150 adultos que recibirán dos clases semanales sobre temas generales relacionados con la salud y el bienestar durante 8 semanas: higiene del sueño, control del estrés, consumo de frutas y verduras y vitaminas, alergias, pautas de alimentación… Pasado este periodo de tiempo, tendrán la oportunidad de seguir recibiendo material relacionado con la vida saludable en su e-mail.
Se medirá la abstinencia de ambos grupos pasadas las 8 semanas del programa, así como 3, 6 y 12 meses después de finalizar el mismo. Para ello, se volverá a utilizar el test del Monóxido de Carbono. Asimismo, se utilizarán distintas pruebas, como el Fagerstrom Test for Nicotine Dependence (FTND), que medirá el grado de dependencia a la nicotina, la escala Smoking Situations Temptations (SST), que determina la frecuencia con la que han aparecido tentaciones para volver a fumar, el Smoking Situations Questionnaire (SSQ), para saber en qué medida las personas están comprometidas a abandonar el tabaco, así como otras pruebas psicológicas para medir el estrés percibido (State-Trait Anxiety Inventory), el estado de ánimo (Positive and Negative Affect Questionnaire) y el locus de control interno de todos los pacientes.
Resultados:
Dado que este estudio se está realizando en la actualidad, todavía no se han podido recoger resultados. Aún así, los investigadores sí han expresado el potencial que creen puede tener el yoga a la hora de dejar de fumar. Este potencial se debe principalmente a tres razones:
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1º Puede reducir la probabilidad de ganar peso después de dejar de fumar.
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2º Puede minimizar los niveles de ansiedad y de estrés, que suelen elevarse debido a la abstinencia.
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3º Puede mejorar la atención y el auto-control, dotando a los individuos de mayor fuerza de voluntad para abandonar el tabaco definitivamente.
Además, se tienen esperanzas de que el Yoga pueda ser beneficioso para el tratamiento complementario de otras adicciones.
Estudio traducido por: Nuria Pérez Pozuelo