EL YOGA CON COLUMPIO
El curso intensivo de Yoga Integral con Columpio nace de la unión del Yoga Integral con la herramienta del columpio. Pero ¿por qué el columpio?
El columpio nos lleva a un nuevo nivel de trabajo, es una herramienta magnífica para profundizar en los diferentes asanas y ayudar a aquellas personas que necesitan una atención más especializada.
Aunque pudiera parecer complejo desde fuera, es conveniente aclarar que, esta práctica se adapta a todos los públicos, desde adultos, niños, embarazadas, gente con lesiones, alumnos con o sin experiencia en el yoga, etc., pues respeta el momento personal y el ritmo biológico de cada cual.
El columpio nos permite crear un laboratorio interno de escucha hacia el cuerpo físico, energético y mental, consiguiendo con esto grandes beneficios. Es un excelente soporte direccional que facilita la propiocepción, así como la consciencia en la respiración, en la acción y en la quietud. A la par, nos lleva a un descanso y regeneración profunda en la relajación, gracias a la asistencia de la hamaca.
El columpio con el que trabajamos en la Escuela Mahashakti consta de tres partes: hamaca o tela principal, y dos brazos o estribos donde apoyamos tanto brazos como pies. La tela es de material no elástico, muy similar a la de los paracaídas, lo cual nos permite desarrollar una práctica versátil y accesible para todos.
En cuanto a los beneficios más relevantes del Yoga Integral con Columpio, destacamos los siguientes. A nivel físico, promueve el desarrollo muscular, trabaja la contracción excéntrica, permite el drenaje linfático, y mejora la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la propiocepción y la consciencia corporal. A nivel energético, moviliza los nadis o canales energéticos. A nivel mental, invita a una mayor relajación, agudiza nuestra capacidad de concentración, y nos conecta con la relajación y la quietud.
El primer día, la mayor parte de los beneficios se perciben sobre todo en las posturas de inversión, se nota en seguida cómo se relaja la musculatura y se descomprimen vértebras y articulaciones, tan castigadas por los efectos de la gravedad y las presiones diarias.
Estar boca abajo oxigena el cerebro, los pulmones, y el corazón, y, a la vez, nos lleva a superar miedos e inseguridades gracias al cambio de perspectiva. El columpio nos lleva a indagar en un trabajo de tierra y nos abre a la experiencia de la suspensión y de los efectos del estado ingrávido.
Y de fondo, siempre presente, la máxima del Yoga Integral: dejar que se asiente la luz de la práctica en nuestras vidas.
Podéis ver más información sobre los próximos intensivos aquí: https://www.escuelamahashakti.com/cursos-especializados/yoga-integral-columpio/
Kali Devi