Técnicas de respiración para el tratamiento de pacientes psiquiátricos y enfermedades relacionadas con el estrés
Hoy en nuestro blog, nos vamos a centrar en opciones para evitar y combatir sensaciones de estrés basándonos en diversos estudios psiquiátricos de varias universidades y colegios médicos.
YOGA Y ESTRÉS
Técnicas de respiración para paciente psquiátricos y enfermedades relacionadas con el estrés. Meta- análisis. Autores del estudio: P. Brown, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia, Nueva York. Patricia L.; del Departamento de Psiquiatría del Colegio Médico de Nueva York; Gerbarg, Fred Muench, de la Universidad de Columbia, Nueva York.
Introducción, técnicas de respiración:
Los ejercicios respiratorios implican cambios en la velocidad, el patrón y la cualidad de la respiración. Muchas tradiciones orientales consideran estas prácticas fundamentales para el desarrollo psicológico, emocional y espiritual. Cada de las técnicas de respiración es diferente y produce efectos psicológicos y fisiológicos distintos. Los estilos de Yoga difieren en el énfasis que hacen con respecto al pranayama, el movimiento y la meditación. El Iyengar, por ejemplo, se enfoca en el alineamiento corporal acompañado de la respiración, el Vinyasa se centra en la relación entre movimiento y respiración, y el Sudarshan Kriya Yoga (SKY) incluye 5 prácticas respiratorias:
- Ujjayi
- El canto del Om
- Bhastrika
- El Kriya Sudarshan, que implica diferentes ciclos de respiración a distintas velocidades
- Los pranayamas alternos
Por su parte, el Tai Chi conjuga también una serie de movimientos corporales, ejercicios de respiración y meditaciones para hacer circular el Qi. El Budismo Theravada concede mucho valor a Anapanasati y el Budismo Tibetano cultiva una serie de pranayamas que no han llegado a Occidente por su carácter extremadamente sagrado. Como vemos, la respiración forma parte de una larga lista de disciplinas orientales.
En este artículo analizaremos la evidencia que existe hasta la fecha sobre el impacto de las distintas técnicas respiratorias en la salud mental. De igual modo, revisaremos las intervenciones que utilizan técnicas de respiración asistida con ayuda de tecnología. Para cada técnica, veremos el soporte científico, las aplicaciones clínicas, los riesgos y los beneficios.
Mecanismos de acción neurofisiológicos que se postulan:
Investigaciones previas han demostrado que la respiración yóguica puede modular las funciones del sistema nervioso autónomo, la respuesta al estrés, el tono cardiaco vagal, la variabilidad del ritmo cardiaco, la atención, la excitación del sistema nervioso central, y las funciones neuroendocrinas. Se ha visto cómo técnicas de respiración lenta, en torno a las 4- 6 respiraciones por minuto, puede optimizar la respuesta simpático-vagal al estrés en la mayoría de los adultos.
Los desequilibrios en el sistema nervioso autónomo, incluyendo la disminución de la actividad del sistema nervioso parasimpático, el aumento de la actividad del sistema nervioso simpático, la falta de actividad del neurotransmisor GABA y una mayor carga alostática (lo que le cuesta al organismo adaptarse a condiciones fuera de su homeostasis habitual), están asociados a depresión, ansiedad, Síndrome del Estrés Post- traumático y otros problemas psiquiátricos. Estos trastornos se acentúan ante situaciones de estrés y se caracterizan por bajos niveles de actividad del Sistema Nervioso Parasimpático y del neurotransmisor GABA. Algunos investigadores piensan que la práctica de Yoga puede estar asociada a:
- La corrección de la disminución de la actividad del Sistema Nervioso Parasimpático y del GABA, al estimular los nervios vagales.
- La reducción de la carga alostática, lo que produce una disminución de los síntomas.
El Síndrome de Estrés Post- Traumático
El Síndrome de Estrés Post- Traumático está asociado a una disminución de la actividad en la corteza prefrontal y un aumento de la actividad de la amígdala. La corteza prefrontal deja de controlar la situación, lo que lleva a que las emociones se des-regulen y emerjan las reacciones defensivas del sistema límbico.
La ínsula es una parte de la corteza cerebral que tiene, entre sus funciones, la creación de un mapa del estado interno del cuerpo. Se piensa que la respiración yóguica transmite, mediante el Sistema Nervioso Parasimpático, información a la ínsula para que esta, a su vez, frene la hiperactividad de la amígdala mediante el neurotransmisor GABA, reduciendo de esa forma los síntomas psicológicos y somáticos asociados al Síndrome de Estrés Post-Traumático.
La práctica de Yoga está asociada con la reducción de los niveles de estrés, incluida la disminución del cortisol. Con ello aumenta la liberación de hormonas prosociales, como oxitocina, vasopresina, y prolactina, que contribuyen a los sentimientos de amor, unión, empatía y sentido que muchos practicantes de yoga aseguran tener.
Pero no debemos centrarnos sólo en las técnicas respiratorias. El canto del Om también produce una desactivación del sistema límbico según un estudio realizado con resonancia magnética. Gracias a la respiración pausada, cierta resistencia en el paso del aire (al contraer las cuerdas vocales para generar sonido), y los efectos vibratorios, aumentan el tono vagal y la relajación.
En conclusión, las prácticas respiratorias y el canto del Om pueden afectar a estructuras anatómicas clave y a conexiones neuronales implicadas en la regulación emocional, la atención, la percepción y la resolución de problemas, lo que mejoraría los síntomas del estrés, la depresión y el Síndrome del Estrés Post- Traumático.
Prácticas respiratorias para problemas psiquiátricos: estudios seleccionados:
En este apartado revisaremos algunos ensayos clínicos sobre prácticas y técnicas de respiración .
- Manejo del estrés. Cuatro estudios controlados y aleatorios sobre respiración lenta demuestran una reducción de los síntomas del estrés, la ansiedad, la rabia, el cansancio y la depresión, así como un aumento de la calidad de vida.
- Problemas de ansiedad, Ansiedad Generalizada e Insomnio. Siete estudios encontraron reducciones significativas de ansiedad en programas de yoga basados principalmente en la respiración.
- Trastorno de Estrés Post- Traumático. Tres estudios encontraron mejoras significativas en la ansiedad y la depresión de personas que sufrieron malos tratos, que presenciaron catástrofes y que tuvieron experiencias traumáticas haciendo el servicio militar. En lo que respecta a las catástrofes naturales, un estudio controlado con 183 refugiados después del tsunami asiático en 2004, mostró una mejora de los síntomas del Estrés Post- Traumático en el 60% de los casos, después de 6 semanas practicando Yoga. Asimismo, el Yoga parece mejorar los problemas de insomnio en población mayor, que tiene problemas a la hora de tomar fármacos.
- Depresión. Cuatro estudios pilotos que utilizaron programas de Yoga basados fundamentalmente en la respiración, demostraron una mejora del estado de ánimo en pacientes diagnosticados con depresión clínica, y un aumento de la energía física y mental, del estado de alerta, del entusiasmo y del buen humor.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo. En dos estudios en los que se enseñó Kundalini Yoga a pacientes diagnosticados, se observaron mejoras al la Escala de Yale- Brown Obsessive- Compulsive en comparación al grupo de control. Estas mejoras sólo tuvieron lugar en aquellos participantes que practicaron de 2 a 3 horas diarias.
Consideraciones clínicas, riesgos y recomendaciones:
En ninguno de los estudios aquí analizados se vieron reacciones adversas. En general, las prácticas de respiración suaves son seguras para toda la población psiquiátrica. Sin embargo, existen algunas excepciones que merece la pena considerar. Por ejemplo, las técnicas respiratorias energizantes como Kapalabhati o Bhastrika pueden provocar ataques de pánico en personas con ansiedad elevada. En pacientes con Trastorno Bipolar o Síndrome del Estrés Post- Traumático pueden causar episodios alterados de consciencia poco recomendables. También en personas con Esquizofrenia, Trastorno Límite de la Personalidad o Bipolaridad, se podrían producir estados psicóticos nada deseables. Por ello, desde el punto de vista clínico, se recomienda no enseñar estas prácticas a estos perfiles de población.
Saliéndonos ya de un contexto puramente psiquiátrico, se ha visto que cualquier tipo de respiración energizante puede no ser del todo segura para mujeres embarazadas, pacientes con hipertensión, enfermedades cardiovasculares, asma o infarto de miocardio.
Pautas para reducir los riesgos potenciales:
si se quiere practicar Pranayama con pacientes psiquiátricos y evitar reacciones adversas, es aconsejable tener en cuenta lo siguiente:
- Ayudar a los pacientes con flashbacks o tendencia a la disociación a conservar el principio de realidad. Si los episodios disociativos se mantienen en el tiempo o se descontrolan, dejar de practicar.
- En personas con tendencia a autolesionarse, lo más efectivo es combinar la farmacoterapia, la psicoterapia y los ejercicios de respiración calmada.
- Durante la práctica de respiraciones suaves o alternas, suelen aparecer recuerdos y memorias que pueden favorecer la resolución de algunos traumas. Sería conveniente que, después del Pranayama, los pacientes tuvieran la oportunidad de hablar en grupo sobre su experiencia.
- Las personas con Síndrome del Estrés Post- Traumático, como los veteranos de guerra, pueden necesitar al menos 3 meses de respiración alterna, practicando 2 veces al día, en periodos de 20 minutos, para reducir el riesgo de reacciones adversas. Después, si se percibe que el paciente está más estable, se pueden enseñar técnicas respiratorias más avanzadas.
Intervenciones en las que se enseñan técnicas respiratorias a través de las TIC´s:
nos referimos a las prácticas clínicas que utilizan dispositivos de audio, vídeo- tutoriales, programas de ordenador o de Iphone, para enseñar Pranayama.
Numerosos estudios apuntan a que muchos pacientes se pueden beneficiar de practicar ejercicios de respiración a través de las TIC´s. Entre las ventajas, hay varias que queremos destacar. En primer lugar, la mayoría de estos dispositivos son baratos y están abiertos a todo el mundo, lo que puede facilitar que personas que viven en zonas rurales o más apartadas puedan tener acceso a ellos. También hay que considerar que, para muchos individuos, el hecho de contar con un vídeo o con una pista de audio que les vaya guiando, por ejemplo, mejora la adherencia a la práctica.
Aún así, la tecnología tiene también sus desventajas: hay demasiados productos de dudosa calidad, no existe un contacto personal, no hay una persona detrás que pueda guiarnos de manera individualizada, resolver nuestras dudas, ver si estamos progresando o no, etc.
Por ello, se concluye que, en líneas generales, son más efectivas las intervenciones en las que, independientemente del uso de dispositivos tecnológicos, hay un entrenamiento previo. Lo idóneo es que este entrenamiento tenga lugar en persona, dentro de un contexto clínico. Además, si queremos hacer las cosas bien, es necesario que, antes de poner al paciente a solas con esta tecnología, realicemos un estudio de algunos de sus parámetros fisiológicos como: su tensión arterial, ritmo respiratorio, salud cardiovascular, etc. Este estudio nos ayudará a comprobar si la persona está mejorando gracias al Pranayama, y nos permitirá orientarla de manera más personalizada.
Estudio traducido por: Nuria Pérez Pozuelo