SAVITRI, INSPIRACIÓN PARA LA SADHANA
Sri Aurobindo nos ha legado una obra literaria de una formidable extensión, buena parte de lo que escribió se nos ofrece con un estilo propio del ensayo filosófico, pero su obra magna, a través de la que recogió su experiencia espiritual y su videncia más profunda, es un poema titulado Savitri, una prolífera inspiración poética recogida en más de 24.000 versos. Sri Aurobindo emula con esta obra a los Rishis védicos, y elije entre otras posibilidades la del lenguaje poético, una elección frecuente en el ámbito de la literatura espiritual de todos los tiempos. Pero para nosotros con una mentalidad occidental orientada hacia lo científico, la poesía a veces nos queda lejana, nos resulta excesivamente paradójica puede que algo íntima, y aunque lleguemos a reconocer la belleza literaria de un poema, no estamos acostumbrados a extraer conocimiento inspirador de este género que simplemente por una idea prefijada descartamos entre nuestras lecturas. Conocedora de estos prejuicios ante lo poético, en esta sección, quisiera animar a la lectura del Savitri, que puede llegar a ser un complemento extraordinario en la sadhana de un yogui practicante del Yoga Integral, por muchas razones y particularmente porque con frecuencia nos vemos reflejados en sus versos, a los que podemos darles una aplicación práctica como el que os acompaño a continuación.
“Todo lo que había hecho era preparar el terreno;
sus pequeños comienzos demandaban un poderoso final:
pues todo cuanto él había sido debe ser ahora recreado
encarnar en sí mismo su alegría,
entronizar su belleza y su grandeza en su casa de vida”
Una de las primeras cosas que nos trasmiten estos versos y que nos puede resultar de mucha ayuda, es que el Yoga exige una larga preparación. Cuando no tenemos claro esto y estamos esperando los resultados como si en ellos se midiese la evolución positiva o negativa de nuestra sadhana, fácilmente nos desanimamos, porque si bien hay etapas en las que los progresos son muy evidentes, también atravesamos etapas de sequía en experiencias o en confirmación de realizaciones, y sin la claridad de saber que secretamente se está preparando algo mayor, algunos sadhakas abandonan prematuramente, solo por sostener una visión estrecha centrada en la idea de que todo ha de suceder inmediatamente, olvidando que :
“los pequeños comienzos demandan un poderoso final”
También a veces llegamos a vivir ciertas experiencias y concluimos que estas experiencias significan una realización, sin embargo la verdadera realización se plasma en aquello que el final del verso nos relata con maestría, esto es, en logros que repercuten en nuestra vida, en que encarnemos nuestra esencia a través de cualidades como : alegría, belleza y grandeza.
La preparación es esa etapa de esfuerzo por orientar nuestra voluntad en la dirección de un ideal elevado, un tira y afloja entre las fuerzas de nuestro psiquismo, un ir desvelando lo que no es esencial e irlo dejando atrás, desprenderse de lo que no es necesario para ese propósito de encarnar las cualidades del alma, no son suficientes meses, ni siquiera años, sino un sinnúmero de vidas, por eso necesitamos la confianza, la paciencia y la aspiración sostenida tanto en los momentos álgidos como en los más bajos. Este verso es un canto a esa característica del camino del Yoga con la que antes o después nos encontramos, y sobre todo a la promesa de un seguro y poderoso final.