POEMARIO
LA NOCHE OSCURA
En la medida en que se acerca el solsticio de invierno la luz desciende, el frio se intensifica y la consciencia se sumerge en el subconsciente, encontrándose con aspectos de nuestra psique olvidados o no resueltos y con puertas que nos da miedo abrir.
Pero también es una etapa de posibilidad, de llevar luz a esas tinieblas y, desde el amor, aligerar esas cargas. Juan de la Cruz, con este extraordinario poema, que comparto a continuación, refleja esa inmersión. Encuentra en esa noche interior, en esa obscuridad profunda, la Luz Divina que guía, al Amado, el Ser, la consciencia íntima, la Divinidad en nosotras/os.
NOCHE OSCURA DEL ALMA
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedé y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
Juan de la Cruz
Poema seleccionado por:
Saranagati Das, director de la Escuela Mahashakti
