MEDITACIÓN INTEGRAL
De la salud a lo transcendente
La forma que ha impactado en nuestras vidas los acontecimientos de los últimos años, ha despertado el interés de un creciente número de personas por las herramientas de auto-conocimiento, de gestión emocional, crecimiento personal y espiritualidad. En las crisis, en la misma medida que se genera un incremento de las tensiones internas personales y de las tensiones sociales, también surgen las mayores oportunidades evolutivas para los seres humanos. La meditación ha demostrado ser una enseñanza que ofrece un medio real y práctico para acceder a una mejora del estado anímico, y en este sentido con frecuencia se recurre a esta técnica como paliativo de la angustia vital aparentemente generada por circunstancias externas.
La meditación que se ofrece en los medios online
Sin duda, importa poco la puerta por la que entremos a la meditación, y en ese sentido la reciente proliferación de contenidos online relacionados con técnicas meditativas, está mostrando una demanda latente de algo que, de fondo, transciende lo transitorio de alcanzar el bienestar, y que señala hacia la búsqueda original de la identidad real, y hacia la realización de esa identidad en el contexto de la vida que vivimos. En una sociedad claramente marcada por una filosofía materialista y hedonista, en la que la religión decantándose por lo dogmático ha perdido la oportunidad de acercar al ser humano actual occidental a esa identidad, y en la que la ciencia ha demostrado no ser suficiente para responder a las preguntas sobre el sentido profundo de la vida, y conociendo lo que conoce también ha fallado en aportar el bienestar prometido, se aprecia con claridad que la aspiración del corazón humano puede estar velada por el consumismo y la superficialidad pero no parece que pueda ser aniquilada.
Cuestiones a tener en cuenta
La cuestión que se nos plantea es: ¿será suficiente con las fórmulas mermadas de meditación que proliferan en las redes para dar salida a esta demanda de la humanidad? o ¿tendremos que volver a la puridad de unas técnicas meditativas que se diseñaron hace miles de años en unos contextos diferentes a los actuales? Reflexionando en esta dirección, en mi opinión, urge dar luz sobre esta cuestión, si queremos que la “enseñanza” del Yoga aporte su potencial ante la inevitable demanda individual de trascendencia del malestar, así como de la búsqueda velada tras esa misma inquietud.
Dado que para extraer lo mejor de cada aporte del conocimiento tenemos que tener en cuenta las circunstancias del momento, las cuales condicionan tanto al emisor como al receptor, me inclino por una respuesta que considere la posibilidad de una síntesis seria y comprometida, es decir que respetando la diversidad de sensibilidades y los contextos sociales y culturales, no se desvíe del propósito original de los métodos meditativos aunque diverja en los medios.
Lo que esto significa es que tendremos que ubicar las características de cada etapa del practicante para determinar si las herramientas que está recibiendo, de dónde la recibe y cómo la recibe, ofrece los mínimos para que el meditador crezca en la aplicación de la técnica.
Primer contacto con la meditación
Para las personas que están en una primera aproximación a la meditación, que no tienen conocimiento teórico ni práctico, y que no disponen del acompañamiento de un orientar/a, las meditaciones guiadas elegidas aleatoriamente pueden ser útiles para relajarse o calmarse. Pero la meditación es sustancialmente diferente en objetivo y en método de la relajación, de tal forma que si con la primera lo que se busca es conectar con nuestra identidad esencial, en la segunda se fomenta la desconexión como forma de descanso y recuperación
Una vez que una persona toma contacto con la meditación por estos medios, y reconoce que le funcionan, esto puede motivarle a continuar profundizando, y la consecuencia natural de esta motivación es ponerse en la disposición de aprender a meditar. Obviamente no se puede decir que uno medite por que siga una meditación que está guiada por otro, pues el discurso de quien guía está condicionando la percepción del oyente, además no hay cultivo consciente de la atención, ni se toma contacto con los contenidos mentales y emocionales propios que facilite un auto-conocimiento.
La Meditación Integral
Dicho esto, podemos claramente darnos cuenta que el siguiente paso es aprender a meditar, y como todo aprendizaje es progresivo, aprender desde las bases, teniendo en cuenta dos cosas: el propósito de la meditación y lo que necesitamos cultivar para alcanzar ese propósito.
En una primera etapa, probablemente nos sintamos inclinados a una búsqueda de la salud y el equilibrio físico y psico-emocional. En base a esto, lo prioritario es rebajar la agitación y dispersión mental, además de adquirir unas herramientas para una gestión básica de las emociones más nocivas.
En la Meditación Integral para este propósito utilizamos herramientas meditativas, y animamos al practicante a centrarse en el encuentro con la paz interior a través de una apertura a los estados de equilibrio y a un desarrollo de la concentración en el chakra corazón.
Una vez hemos saboreado, aunque sea ligeramente, ese bienestar auto-sostenido que produce el encuentro con la paz interior, vamos dando pasos hacia una práctica meditativa que sea un entrenamiento de ciertas capacidades necesarias para la auto-indagación en nuestra identidad profunda, para la realización progresiva de esa identidad en la vida cotidiana. La atención sigue siendo un elemento esencial, pero también lo es, la aspiración a conectar con lo que llamamos el Maestro Interior.
Quien empieza a tomar contacto con estos bienes, siente la motivación para seguir profundizando, y profundizar en el Yoga es equivalente a ir transitando por fases de purificación, liberación y realización. Aquello que empezó en un difuso medio para calmarnos, se nos presenta como el más potente medio para encontrar lo que las palabras no pueden expresar y que incluso no conociéndolo, al encontrarlo sabíamos que lo anhelábamos.
Savitri (Sandra Docando)
Formadora de Profesoras/es de Yoga Integral
Hola, estoy fascinado con la práctica de la meditación, así como con las técnicas que se emplean para acceder a ese estado meditativo con nuestro yo interior. La búsqueda de la paz interior es algo que deberían inculcar en los colegios desde el comienzo en la docencia, lo veo tan necesario. Encantado de participar, nos vemos pronto.
Sergio
Namaste Sergio,
ójala se de lo que comentas de los colegios.
Om Shanti