INDRA DEVI
Considerada por muchos la primera mujer de la historia del Yoga, Indra Devi nació el 12 de mayo de 1899, en el seno de una familia noble y adinerada de Rusia. Al nacer, fue bautizada con el nombre de Eugenie Peterson.
Ya en la adolescencia empezó a sentir una fascinación especial por la cultura y espiritualidad indias, aunque debido a la Guerra Civil que asolaba su país, tuvo que posponer sus pasiones para marcharse con su madre a Alemania. Allí, la joven empezó a trabajar en uno de los teatros más afamados, lo que le llevó a hacer giras por las principales capitales de Europa.
La atracción que sentía por la India pudo materializarse cuando cumplió los 28 años. En ese momento, Eugene tuvo claro que tenía que viajar a esa tierra de enorme tradición espiritual para aprender de su cultura y sus tradiciones.
Una vez puso el pie en la India, permaneció allí durante nada más y nada menos que 12 años. Se casó con un importante diplomático extranjero, actuó en importantes películas de cine Bollywood y entabló amistad con Nehru, Gandhi y demás defensores de la libertad, y conoció personalmente a Tagore. Tras sufrir una dolencia de corazón que le condujo a permanecer 4 años en cama, empezó a practicar yoga todos los días hasta que decidió dedicarse por entero al estudio del yoga.
Después de esos 12 años felices, su marido fue trasladado a China, donde ella abrió su primera escuela de yoga en 1939.
Pero, una vez terminada la Primera Guerra Mundial, Indra Devi regresó a la India y se marchó a vivir a los Himalayas. Allí escribió su primer libro, que se publicaría en 1948.
Durante muchos años se dedicó plenamente a dar clases y conferencias en torno al Yoga, y fue conocida como una de las primeras mujeres occidentales que enseñaba esta disciplina en el país. Sin embargo, con la muerte de su marido, ella optó por cambiar de aires y marchó a California.
Su pasión por el Yoga estaba más viva que nunca, por lo que prosiguió su enseñanza y fue maestra de actores reputados como Greta Garbo, Robert Ryan y Gloria Swanson.
De su intensa experiencia fueron surgiendo nuevos libros “Yoga para todos”, “Por siempre joven y sano”, y “Renueve su vida practicando yoga”.
Más tarde se volvería a casar, y proseguiría su trabajo dando clases, conferencias, asistiendo a programas de televisión y radio por todo el mundo. Vivió en México durante unos años y finalmente se trasladó de nuevo a la India. Creó la Fundación Indra Devi, Yoga, Arte y Ciencia de Vida, organizó las primeras formaciones para instructores de Yoga y publicó más libros.
A partir del 2001 redujo su actividad pública. Murió el 25 de abril del 2002, a punto de cumplir 102 años, y sus cenizas fueron esparcidas por el Río de la Plata.
Nuria, Formadora Auxiliar de Mahashakti