VIDA DE SWAMI VIVEKANANDA
Nació en Calcuta en junio de 1863, en el seno de una familia bengalí aristocrática que le bautizó con el nombre de Narendranath Datta (Naren, como todos le llamaban). Tenía ocho hermanos. Su padre era un famoso abogado y escritor ateo llamado Vishwanath Datta, y su madre un ama de casa muy piadosa, llamada Bhubaneswari Devi. Su abuelo era profesor de sánscrito y persa en la Universidad y destacó porque, a los 25 años de edad, abandonó su exitosa carrera para hacerse monje.
Esta polaridad entre un padre racional y ateo, y una madre y abuelo religiosos, hizo que el joven Naren se interesara muy pronto por la espiritualidad y la filosofía.
Era un niño muy movido, apenas dormía porque tenía muchas inquietudes y ganas de aprender. Tanto es así que su madre, desesperada por la actividad del pequeño, rezó en varias ocasiones a Shiva para que le dotara de un temperamento más tranquilo y sosegado. Además, trató de enseñarle a meditar todos los días ante las imágenes de Shiva, Rama y Hanuman, algo que parecía calmarle.
A los ocho años, Naren fue enviado a la Metropolitan Institution y, más tarde, al General Assembly´s Institution, colegios que impartían una educación de carácter occidental. Allí destacó rápidamente por ser un ávido lector y un estupendo deportista, y sacó excelentes notas en asignaturas como filosofía, religión, historia del arte y literatura. Fue en esta época cuando empezó a sentirse atraído por las sagradas escrituras, especialmente por el Bhagavad Gita, que logró aprenderse de memoria.
Muchos profesores de su época comentaron asombrados que estaban ante un genio, y un “shrutidhara”, que es como en la India se llamaba comúnmente a las personas de memoria prodigiosa.
En aquellos años había en Calcuta un movimiento religioso llamado Brahmo Samash, que estaba causando un impacto importante entre los jóvenes intelectuales. Naren se unió a este movimiento, que ofrecía una visión racionalista, monoteísta y actual de los Upanishads y del Vedanta. Creían en un dios sin nombre y sin forma. Pero, pasado el tiempo, el joven Vivekananda volvió a sentirse inquieto, como en la infancia, y empezó a cuestionarse gran parte de los dogmas de fe que había asumido como ciertos.
Cuando quiso preguntar a los líderes de este movimiento si habían visto a dios en primera persona, si lo habían experimentado, ninguno supo darle respuestas. Todo lo que recibió fueron argumentos y razonamientos que le dejaron frío.
Esto hizo que se fuera distanciando de esta corriente y comenzara a buscar a otros sabios y gurús que pudieran responderle. Estuvo así muchos meses hasta que encontró a Ramakrishna, en Dakshineswar, que cambiaría su vida para siempre. Ramakrishna no sólo afirmó que había visto a dios, sino que aseguró que podía demostrarle su existencia. Aunque el joven se resistió al principio a su autoridad y estuvo debatiéndole algunas ideas, no dejaba de visitarlo, atraído como estaba por su personalidad y magnetismo. Finalmente, cuando murió su padre, decidió adoptarlo como gurú.
En 1885 Ramakrishna cae muy enfermo por un cáncer de garganta y Narendra y el resto de discípulos le cuidan y acompañan.
En sus últimos días, el maestro nombra a Naren como su sucesor y pide al resto de compañeros que lo respeten.
El joven, a sus 23 años, acepta el cargo, toma los votos y se hace llamar Swami Vivekananda. Comienza entonces su peregrinar por toda la India, donde hará amistad con gran cantidad de políticos y aristócratas tanto indios como británicos. Gracias a ello, puede viajar a Japón, Canadá, China y Estados Unidos, donde se le permitió dar una conferencia en el Parlamento de las Religiones. A partir de ahí, su mensaje se expandió como la pólvora por el continente americano y por Europa: entrevistas, charlas, participación en congresos y ruedas de prensa se hicieron de lo más común y se prolongaron durante dos años. Al regresar a su tierra natal, fue recibido con grandes ovaciones como mahatma, o gran maestro.
En 1897 funda en Calcuta la Ramakrishna Mission, una entidad sin ánimo de lucro para el servicio social basada en los principios del Karma Yoga. Asimismo, impulsa en esta época la creación de varios monasterios a lo largo de la India. Antes de morir, volvió a viajar a Inglaterra y a Estados Unidos para establecer varias Sociedades Vendantinas.
Muy a su pesar, tuvo que dejar de lado su ajetreada agenda debido a un debilitado estado de salud (padecía asma, diabetes e insomnio crónico).
En 1902, cuando todavía no había cumplido los 40 años, muere tranquilamente en su habitación, mientras meditaba. Fue cremado por sus discípulos en una pira funeraria justo enfrente de donde fue cremado Ramakrishna.
Su legado espiritual es amplio y extensamente reconocido a nivel mundial, pues fue uno de los padres y promotores del Neo-Vedanta.
Además, fue una de las personas que más ayudaron a que el Yoga, y algunos principios generales del hinduismo, llegaran a Occidente. Gracias, en parte, a su trabajo, hoy podemos disfrutar de la sabiduría del yoga y de la apertura para comprender su complejidad.
Nuria, Auxiliar de la Escuela Mahashakti