Asanas invertidas durante la menstruación
La mayor parte de las veces los retiros de yoga tienen lugar en la naturaleza y en unas instalaciones adecuadas. El entorno y la energía circundante favorece una práctica yóguica intensiva.
¿REALMENTE DEBEMOS EVITAR LAS ASANAS INVERTIDAS DURANTE LA MENSTRUACIÓN?
Cuando comenzamos a practicar Yoga y asistimos a clases es común escuchar al profesor o profesora dar la indicación de que evitemos hacer posturas invertidas durante la menstruación, por lo menos los tres primeros días, aunque en raras ocasiones se nos explica la razón. ¿Qué hay de verdad detrás de esta afirmación? ¿Realmente es dañino para la salud de las mujeres la práctica de asanas invertidas durante la menstruación? Con este artículo queremos dar voz y visibilidad a un debate todavía abierto en nuestros días.
No pretendemos dar una respuesta absoluta, simplemente aportar una perspectiva más amplia con el fin de liberar al Yoga de dogmas heredados, contribuyendo así a crear una práctica más real y adaptada a cada mujer según sus propias circunstancias.
Las asanas y su evolución
A finales del s. XIX la práctica de asana estaba prácticamente en desuso. Los manuales de esta época no hablaban de esta herramienta del yoga, y si lo hacían era de manera escueta. Es a principios del s. XX cuando se da el resurgir de esta práctica dándole un carácter más dinámico, terapéutico y de cultivo del cuerpo.
Este nuevo enfoque es muy bien acogido por occidente que, además de enriquecerla con sus conocimientos médico-anatómicos, comienza a investigar los beneficios de la práctica de asana tanto a nivel orgánico como a nivel mental y emocional. Se ha demostrado que practicar asana tiene efectos benéficos en la depresión, en el sistema digestivo, insomnio y un largo etcétera. Incluso ya contamos con estudios que corroboran que la práctica de asana disminuye los dolores menstruales, confirmando así la experiencia de muchas mujeres en sus propios cuerpos.
Sin embargo, todavía hay un área en concreto que no se ha investigado: el efecto de las posturas invertidas durante la menstruación. ¿Por qué?, ¿Es un experimento prohibido?, ¿O quizá la menstruación sigue siendo un tabú y las afirmaciones sobre este proceso fisiológico natural en las mujeres siguen siendo aceptadas como un dogma de forma generalizada por profesores/as y practicantes sin cuestionar cuánto hay de verdad en ellas?
Opiniones sobre asanas durante la menstruación
Uno de los argumentos que “apoyan” esta creencia de evitar invertidas durante la menstruación es la temida endometriosis y en concreto la teoría de Sampson, quien postula la menstruación retrógrada como una posible causa de esta enfermedad. Sin embargo, hoy por hoy cada vez son más los ginecólogos que descartan esta teoría por dos motivos:
Sampson demostró en un estudio realizado en los años 20, que el 90% de las mujeres tenemos menstruación retrógrada, sin embargo, encontramos endometriosis en el 10% de las mujeres. ¿Qué pasa con el otro 80%? Además, esta teoría no explica las endometriosis exopélvicas y mucho menos las que se dan en los hombres. Pero aceptando, ¿Cuánto? Dado que no contamos con estudios al respecto, no podemos saber ni de qué porcentaje se trata ni tampoco si las posturas invertidas favorecen la menstruación retrógrada. Teniendo esto en cuenta, ¿sería legítimo concluir que ninguna mujer debe hacer invertidas en ningún caso durante la menstruación?
Evolución
Después de más de quince años compartiendo esta enseñanza e invitando a las mujeres que escuchen su cuerpo, nos hemos encontrado con dos casos contrarios: por un lado, aquellas mujeres que nos cuentan el efecto benéfico de las invertidas durante la menstruación, bajando la presión lumbar, disminuyendo el dolor en la pelvis, o favoreciendo la expulsión de la sangre y, por otro lado, mujeres que expresan que no se sienten cómodas realizándolas.
Nos gustaría aquí hacer referencia a un estudio reciente sobre cómo nuestras creencias tienen un efecto fisiológico sobre nuestro cuerpo. En dicho estudio se ofrecieron dos bebidas a dos grupos diferentes, una de ellas etiquetada como cero azúcar y cero calorías mientras que la otra marcaba 124 calorías y 30gr de azúcar. Tras medir el índice de glucosa en sangre, se observó que la glucosa aumentaba más en el segundo grupo que en el primero.
Lo curioso del caso es que la bebida era la misma para ambos grupos, lo cual nos indica cómo nuestro cerebro adapta nuestra fisiología para que encaje con nuestras expectativas. Surge entonces la pregunta siguiente: ¿Podría ser que nuestras creencias condicionasen de antemano nuestras experiencias? Y, aplicando esta cuestión al tema que nos ocupa: ¿Podría ser que la creencia de que las posturas invertidas son nocivas durante la menstruación condicione mi propia experiencia?
Qué tener en cuenta
A la hora de experimentar la postura invertida y de escuchar al propio cuerpo, hemos observado varios factores a tener en cuenta:
- El tiempo de permanencia en asana. Podemos sentir que nos va bien la inversión, pero sostenida menos tiempo. También podemos realizarlas en dinámico, construyendo y deshaciendo el asana varias veces en vez de mantenerlas de forma estática.
- Cada mes es diferente, y cada día también. Hay mujeres que el primer día de menstruación apenas sangran y tiene más flujo el segundo o tercer día, incluso dentro de estos días hay momentos de más sangrado. Una vez más nos referimos a escuchar nuestro cuerpo en el momento de la práctica.
En base a esta observación, entendemos que la práctica de invertidas debería adaptarse en tiempo y forma a cada una de las mujeres, en cada momento particular, evitando generalizaciones, liberando así la práctica de dogmas y mitos relacionados con el proceso fisiológico menstrual. Invitamos a las practicantes, por tanto, a abrirse a la escucha interior y a recuperar la soberanía sobre el propio cuerpo.
Si algo ha de aportarnos la práctica de asana es un conocimiento profundo sobre el mismo, real y fundado en las necesidades individuales de cada una de las practicantes.
Mahashakti – Escuela de Yoga integral