CUADRADO FEMORAL
Empezamos el mes de septiembre hablando de un músculo que mucha gente desconoce y, sin embargo, está involucrado en muchas asanas de yoga; estamos hablando del cuadrado femoral o crural. Se trata de un músculo pequeño y grueso, situado en la parte posterior de la pelvis. Como podéis observar en la imagen, forma parte de la región glútea, se origina en la tuberosidad isquiática y se inerva por debajo de la cresta intertrocantérica.
¿Para qué funciones se utiliza este músculo? Principalmente se encarga de la aducción del muslo y de la rotación externa de la cadera, pero además está involucrado en la bipedestación, nos ayuda a mantenernos erguidos, a caminar y a correr.
En deportes como el fútbol, donde debemos chutar una pelota, o en la natación, cuando nadamos al estilo braza, el cuadrado femoral es clave en la ejecución. Adentrándonos un poquito más y yéndonos al yoga, ya podéis imaginar en qué posturas nos ayuda: Vriksásana, por ejemplo, donde mantenemos el equilibrio sobre una pierna; Ardha Chandrásana o Uttita Trikonásana, donde existe una fuerte rotación externa de la cadera; o Badha Konásana, donde se produce la aducción de ambos muslos. Os invitamos a pensar en más posturas de Yoga en las que penséis que el cuadrado femoral puede estar activo. Escribirlas en los comentarios del blog y estaremos encantados de responderos.
Sin embargo, antes de terminar, queremos hablar de cómo puede lesionarse este músculo, pues la rotura de sus fibras musculares es frecuente entre los practicantes de Yoga.
Sobre todo hay que tener cuidado en todas las asanas de apertura de piernas, en las que haya una gran aducción por parte de los muslos y se requiera una apertura de cadera importante. Es el caso de Hanumanásana, por ejemplo, o Upavishta Konásana. Si realizamos estas posturas sin un calentamiento muscular previo, entramos de golpe y no prestamos atención a las sensaciones de nuestro cuerpo, es posible que acabemos lesionándonos. Para evitarlo, dejaremos estas asanas para el final de la tabla, cuando el cuerpo ya esté trabajado.
Tendremos en cuenta, además, que no todos los días vamos a disponer de los mismos rangos de movimiento, y habrá mañanas o tardes en las que tengamos que respetar nuestros límites con mayor atención. Como siempre, el yoga nos enseña la importancia de la escucha, la atención y la suavidad.
Esperamos que os haya gustado el artículo y os animamos a que comentéis y participéis en el blog.
Nuria Pérez, Formadora Auxiliar de la Escuela Mahashakti