Actitudes necesarias en la sadhana del Yoga Integral
Cuando hemos reconocido la necesidad de un ideal elevado en la práctica del Yoga Integral, el siguiente paso para el practicante es, reflexionar sobre las mejores actitudes que necesitamos cultivar, que en mi opinión son: compromiso, aspiración y paciencia.
Como dice Sri Aurobindo en un pasaje de Cartas del Yoga:
“ El camino del Yoga es largo, cada avance es obtenido superando muchas resistencias y ninguna cualidad es más necesaria para el sadhak que la paciencia y la perseverancia con una fe que se mantenga firme ante las dificultades, retrasos y aparentes caídas”.
La cultura predominante en nuestros tiempos basada en la obtención rápida de resultados y el utilitarismo nos obliga a afrontar como sadhaks unos obstáculos muy comunes que impiden la madurez de la sadhana, entre ellos: la superficialidad, la prisa por obtener logros y la frecuente falta de compromiso firme. Se observa que personas con aspiración espiritual vagan desconcertadas buscando caminos exprés de transformación, abrumados por una idea casi mágica de lo que pueden obtener de las técnicas de Yoga, probando aquí y allá con una esperanza ingenua de que existe un camino recto para obtener aquello a lo que aspiran. Considero que aquí los Profesores y Profesoras de Yoga tenemos la responsabilidad de clarificar que los avances, que la culminación y la realización de las aspiraciones elevadas exigen: profundidad, compromiso y paciencia. Actitudes en las que vamos madurando, y que necesitan tiempo así como un esfuerzo justo y apertura, algo que si no es cultivado por el buscador hace que esa búsqueda se convierta más en una especie de turismo espiritual infértil.
Así que una vez más el Yoga Integral se cuela en las bases de nuestra posición vital y nos invita como camino espiritual de realización y transformación a revisar las formas como nos relacionamos con las prácticas en distintas direcciones:
Profundidad vs superficialidad
La pulsión hacia la novedad como resultado de la poca resistencia al aburrimiento y la frustración es un obstáculo bastante generalizado que el practicante necesita trascender en el Yoga Integral si tiene una aspiración sincera. Saturarse de herramientas o deambular por distintas formas es contraproducente en todos los casos, puesto que toda enseñanza necesita un tiempo suficiente de contacto y de repetición a fin de ser integrada mínimamente, para después empezar a hacer su efecto, que raras veces suele ser inmediato. También hay aquí un escollo que salvar cuando puntualmente se alcanza algún tipo de experiencia o revelación inicial y en base a eso el practicante considera que ya se ha producido una realización, cosa que no suele suceder puesto que la realización llega más tarde, de una forma menos estrepitosa pero más firme.
El gusto por la profundidad es algo a cultivar, buscar la sencillez en las herramientas y utilizarlas una y otra vez con el mismo o mayor entusiasmo, resistiendo cualquier tentación de verse arrastrado por la novedad sin propósito.
Compromiso vs inconstancia
Es bastante frecuente que las personas que se aproximan por primera vez al Yoga vengan con la consideración de que esta disciplina tiene algo que aportarles, y que esa aportación está relacionada con la perfección de unas técnicas que funcionan universalmente, pocas personas consideran que cualquier resultado está relacionado con su actitud, porque en la generalidad no hay consciencia del poder personal. Si no hay consciencia del poder personal inevitablemente no hay responsabilidad, y la consecuencia es que está ausente el compromiso. Por eso es tan importante hacer comprender al sadhak que los resultados de su práctica son consecuencia de varios factores y entre ellos el compromiso, que trae implícita la determinación, o sea lo contrario a esa inconstancia que nos lleva a aflojarnos y abandonar cuando viene aquello que no nos agrada, y es que casi siempre cuando empezamos a entrar de verdad en una vía de trabajo personal se nos presentan las desagradables resistencias, si no hay fuerza para trascenderlas nos quedamos en el camino. A medida que al sadhak le van pasando cosas y se va posicionando, va creciendo su compromiso y eso va madurando la sadhana.
Paciencia vs impaciencia
Los mejores logros en el campo de la expansión de la consciencia llegan en momentos inesperados si logramos sostenernos pacienzudamente en las etapas baldías que también las hay y son frecuentes. Amar los desiertos es esencial, todos los hombres y mujeres que han caminado por una senda espiritual reconocen lo imprescindible de la aceptación de los momentos más estériles, incluso de los retrocesos y noches oscuras, que son pruebas potentes para el sadhak, donde tiene que ir como a ciegas, luchando contra la desesperanza a través de una confianza que nadie puede aportarle más encontrarla dentro de sí mismo.
Nivel de esfuerzo
En la práctica de Yoga es todo un arte manejarse con el esfuerzo justo. Por carácter algunas personas podemos tender a considerar que un sobre-esfuerzo es la clave del éxito, sin embargo la tensión que se genera cuando nos sobre-esforzamos acaba convirtiéndose en un obstáculo, tanto porque puede que nos desinflemos en algún momento al no poder mantener la misma intensidad, como porque no todos los resultados proceden de esforzarse al máximo, sino más bien de aplicar un esfuerzo suficiente e inteligente. Otras personas tienen dificultad para entrar en una actitud disciplinada, quieren pero se han acostumbrado a actuar con negligencia, y eso si cabe es todavía peor pues aboca a la frustración.
Una disciplina suave y constante, decía Mirra Alfassa (La Madre) que es útil para el sadhak del Yoga Integral, algo que nos permita un esfuerzo sostenido en vez de una fluctuación de intensidades a causa de la mala administración de nuestras fuerzas.
Apertura
A mi modo de ver la aspiración y la apertura son esenciales en la sadhana del Yoga Integral. Antes comentaba sobre el esfuerzo que tiene que estar ahí en su medida justa, pero en un Yoga en el que la intervención de los principios espirituales superiores es tan evidente, todo esfuerzo y voluntad personal tiene un límite, y sobrepasar ese límite es posible únicamente si nos abrimos, y a ¿qué nos abrimos?, también en mi opinión esto depende de la comprensión de cada practicante en cada etapa, pero fundamentalmente abrirse es contemplar la posibilidad y permitirse tanto ser ayudado o guiado, como volverse instrumento de una voluntad superior o divina.
Tiempo
Reflexionar sobre el aspecto del tiempo en la sadhana nos lleva a contemplar que todo proceso tiene pasos intermedios, a veces necesitamos apenas unos días para avanzar en alguna cuestión específica, pero en general este camino requiere de ir paso a paso. En mi caso he tenido la experiencia de dar grandes saltos cuando empezaba y también de experimentar aparentes parones o incluso lo que a mí me parecían retrocesos, y en muchas ocasiones he rumiado internamente: “con el tiempo que llevas haciendo esto, ¿cómo es posible que todavía estés así?”, pero finalmente no estaba contemplando que se necesita un amplio espacio temporal, Sri Aurobindo habla incluso de vidas, para alcanzar algunas cosas, y que es más inteligente ocuparse de lo que viene en cada momento en vez de estar evaluando cuándo llegarán las cosas.